lunes, 27 de diciembre de 2010

VERTIDOS TÓXICOS: HUNGRÍA Y AZNALCÓLLAR

En esta entrada vamos a hablar del vertido ocurrido recientemente en Hungría y el ocurrido hace doce años en Aznalcollar y finalmente los compararemos.La segunda parte se la debemos a la gran colaboradora Cristina Harto
5  de Octubre 2010 , la rotura de una balsa con residuos obtenidos del proceso de obtención de aluminio afecta a un área de 40 kilómetros cuadrados entre tres condados (Veszprém, Györ-Moson-Sopron y Vas) y se cobra, cuatro víctimas mortales, seis desaparecidos y 120 heridos, según datos oficiales.

 La fuga se originó en una fábrica de Ajka, una población de unos 30.000 habitantes a 165 kilómetros al oeste de Budapest, cerca del lago Balatón. No se descarta que se haya debido a un error humano, aunque en la región ha llovido mucho en los últimos días, lo que podía haber aumentado la cantidad de líquido embalsado (estos depósitos están al aire libre).
 Las víctimas mortales parece que lo han sido por ahogamiento. Las otras pudieron resultar afectadas por el contacto con el contenido del depósito. El profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Luis García Fierro explica que estas balsas contienen las impurezas que se han eliminado de la bauxita en su proceso para extraer el aluminio. "Son unos lodos rojos que contienen hierro, manganeso, sílice y otros minerales en pequeñas concentraciones", indica el experto.
La obtención del aluminio se realiza usando sosa cáustica (NaOH) para obtener un compuesto soluble que se pueda separar del resto de los componentes. Esta solución tiene un pH (el índice del grado de acidez o causticidad de una disolución) de 14, es decir, que está en el máximo posible en la naturaleza. Para comparar con un producto básico, es unas 100 veces más corrosivo que la lejía, cuyo pH ronda los 12. Como la vida se desarrolla en condiciones naturales (con excepciones como en las cercanías de volcanes submarinos) a un pH que ronda el 7, un grado de 12 puede arrasar todo lo que encuentre
 Aportación de Cristina Harto:
El 25 de abril de 1998 el desastre se cernió sobre la reserva natural con más diversidad de fauna y flora de toda Europa, el Parque Nacional de Doñana (Huelva-España). Las consecuencias de aquella catástrofe podrían estar latentes a lo largo de muchos años de este nuevo siglo XXI. Durante la madrugada del día 25, esta gran diversidad de vida animal y vegetal quedó pendiente de un hilo. 60 Km. al norte del parque se rompía una de las presas de las minas de cobre-pirita de Aznalcollar, que almacenaba aguas contaminadas por metales pesados. La presa de las minas de Aznalcollar derramó cinco millones de metros cúbicos de agua y lodos tóxicos En pocas horas los ríos Agrio y Guadiamar, tras recibir cinco millones de metros cúbicos de agua y lodos tóxicos procedentes de la presa accidentada, distribuyeron la letal carga a lo largo de 70 Km., y en algunos puntos del cauce hasta incluso los 500 metros de ancho. Una espesa capa de lodos negros y ácidos arrasó a su paso toda la fauna del río, envenenando vegetación y cultivos en un espacio de terreno superior a las 3.600 hectáreas

Las primeras medidas tendieron a la construcción de diques en el lugar de Entremuros, puesto que en ese punto el río Guadiamar hace entrada en el parque. De esta forma se desvió la riada hacia el río Guadalquivir, evitando que penetrase en las marismas. El Guadalquivir recibió gran cantidad de aguas tóxicas que, dentro del perjuicio causado, suponía un mal menor si Doñana quedaba a salvo. Las labores de limpieza del parque fueron muy dificiles. En muchos lugares había lodos que alcanzaban hasta los 80 cm. de espesor. Al mes y medio de la catástrofe se había retirado sólo el 20% (algo más de 300.000 metros cúbicos). Mientras tanto, los lodos tóxicos probablemente huran penetrado en los acuíferos. Elemento vital del parque es el agua. Bajo él existe una balsa de unos 3.400 km/2. llamado acuífero 27; se trata del recurso hídrico más importante del lugar; en épocas en que este recurso escasee será más fácil de que las aguas contaminadas se bifurquen por zonas sensibles para la vida animal y vegetal. Tras el accidente, las primeras impresiones fueron las de una gran catástrofe ecológica de incalculables proporciones, muy superior a la descrita, pero, posteriormente, se rebajó ese calificativo en base a que las zonas más sensibles del Parque, "aparentemente", solo habían sufrido efectos colaterales. Una consecuencia de la tragedia fue por ejemplo, los metales pesados que la riada dispersó pasan a las plantas, y mediante las cadenas tróficas alcanzan a los predadores, los cuales los acumulan en los tejidos grasos; el resultado es un funcionamiento hormonal anómalo(bioacumulación), que influye en el comportamiento sexual y, por tanto, en la fertilidad e inmunidad contra las enfermedades. Sabiendo que gran parte de las especies que habitan Doñana son migratorias, podemos imaginar que ocurrirá en las zonas del norte de Europa donde pasan parte de la temporada. El envenenamiento pues, puede trascender de forma dramática a otros ecosistemas muy alejados del lugar del accidente, por ejemplo en los países nórdicos por medio de la Garzas Reales
Un vídeo sobre la catástrofe:




En Aznalcóllar, el peligro residía en  la concentración de metales pesados, no por la alcalinidad del medio como ocurre en el de Hungría.
El  vertido de Aznalcóllar era ácido con un pH 5, unas 100 veces menos que el zumo de limón, por ejemplo mientras que el de Hungría era básico con un pH de 14 
En cambio, el volumen de lodos que se han escapado de la balsa en Hungría es inferior al de Aznalcóllar, que fue de seis millones metros cúbicos.
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1 comentario:

  1. Como bien pone en el artículo, el accidente de la balsa de residuos mineros en Hungría nos ha recordado la catástrofe ambiental provocada por el accidente de Aználcollar en Sevilla que aunque causó numerosos daños no causó víctimas mortales como ha ocurrido en Hungría. ¿Puede volver a pasar?si las cosas siguen asi, es probable.Si lees este artículo te das cuenta de que hay repartidas por toda España cientos de balsas de la industria minera, muchas de las cuales acumulan más de un millón de metros cúbicos de residuos y a pesar de que muchas han sido ya denunciadas no se esta haciendo nada, y pueden ser peligrosas ya que algunas estan en lugares con un alto nivel ecologico y pueden provocar muchos daños.

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